Lugares Privilegiados del Pais Vasco
SAN SEBASTIAN ES UNA PRECIOSA CIUDAD……..
Sin embargo el Pais Vasco tiene otros lugares privilegiados. No cabe duda que Donosti es una espectacular ciudad, con su parte vieja, los bares con sus mostradores de exquisitos “pintxos” , su fantástica playa urbana de “ La Concha” , la playa de Gros donde es frecuente los surfistas. Pero queremos proponer e invitaros a que conozcáis aquello que no debéis perderos y que son las auténticas señas del carácter vasco. No hay nada mejor para conocer la raíces de un pueblo , con sus tradiciones , su idioma , su carácter, su vida cotidiana que visitar sus pequeños pueblos donde la gente se ocupa de sus labores profesionales.
Los típicos pueblos pesqueros vascos a orillas del mar cantábrico han sido desde hace años la principal fuente de la economía local. Desde las primeras referencias a la pesca de la ballena , que datan del año 670 , hasta la época de mayor actividad que tuvo lugar durante los siglos XIV y XV, los balleneros vascos han ido abarcando los distintos mares desde el cantábrico hasta los situados más al norte: mar del norte , Islandia y Terranova .En los tiempos actuales la actividad pesquera continúa , pero de una forma más artesanal y con otras especies distintas.
En los antiguos centros históricos de estas villas, la tradicional gastronomía vasca está presente en los numerosos restaurantes, muchos de ellos próximos a los puertos pesqueros donde de desembarca el pescado . La sensacional materia prima de distintos tipos de pescado, junto con una técnica prodigiosa del manejo de la parrila hace que los platos presentados sean exquisitos y con sabores auténticos
Especial mención por el gran ambiente de sus calles son las villas de Orio ,Getaria, Deba , Lekeitio, Bakio , todas situadas junto al mar cantábrico.
El mejor medio de conocer y tomar conciencia de la vida cotidiana de los pueblos , relacionarse con su gente es recorrerlas y atravesarlas en bicicleta. Este medio de transporte, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, proporciona autonomía y cierta rapidez de desplazamiento, además de integrarse plenamente en el paisaje y ambiente rural. Con esta independencia que ofrece la bicicleta, cada uno decide libremente donde desear parar: desde contemplar como se descarga un barco tradicional de pesca, con los peces recogidos los dos últimos días, parar a bañarse en cualquiera de sus playas, donde la temperatura del mar alcanza los 22 grados en verano , hasta visitar los pequeños núcleos históricos o incluso tomar una copa de “Txakoli” acompañado de un exquisito pintxo de bonito encebollado .
Todas estas experiencias y muchas más son posibles realizar recorriendo tranquilamente la costa Vasca de una forma saludable, económica, y siendo respetuoso con la naturaleza y estableciendo una relación y empatía con el pueblo Vasco