Ruta de los 3 Valles más bonitos del Norte de España

Llamamos Ruta de los 3 valles más bonitos del Norte de España a los  que comprenden los Valles de  Leizarán-Plazaola ,  Ulzama – Basaburua y Bidasoa , situados entre las Comunidades de Guipúzcoa y Navarra, son auténticos paraísos para los amantes de la naturaleza , el senderismo o la bicicleta. Estos valles ofrecen paisajes de un verde  exuberante, bosques frondosos de hayas y robles, pueblos rurales con historia y una red de carreteras y pistas poco transitadas, ideales para una aventura de exploración.

En el valle  del Leizarán-Plazaola se encuentra  el antiguo trazado del ferrocarril que conectaba San Sebastián con Pamplona, abarcando aproximadamente 75 kilómetros. El recorrido atraviesa valles angostos y bosques frondosos, pasando por túneles históricos y puentes sobre el río Leizarán. Es ideal para una travesía de varios días, permitiendo a los ciclistas, senderistas o excursionistas  disfrutar de la riqueza natural y cultural de la región. El Valle del Leizarán es un enclave natural con  ríos caudalosos, donde antiguas presas como Biosnar y Inturia aún generan electricidad. En mitad del trazado  se encuentra Leitza, un pueblo con fuerte tradición maderera y herrera, famoso por su arquitectura vasca y sus sidrerías. Saliendo de esta población  nos encontramos con el tramo del Plazaola ,entre Leiza  y Lekunberri , que sigue el antiguo trazado del tren Plazaola, cruzando túneles, viaductos y desfiladeros espectaculares. Aunque es un trazado de tren , nos sorprenderá su constante subida hasta alcanzar el túnel de Huitzi.  Este recorrido, de unos 6 km,  accesible y rodeado de montañas, es perfecto  para ciclistas y senderistas que buscan una experiencia inmersiva en la silenciosa naturaleza navarra.

La llegada al pueblo de Lekumberri es como  antiguamente , hasta la misma estación de tren, hoy convertida en oficina de Turismo y Albergue. Pero no todo acaba aquí, el siguiente tramo desde esta población  es   una de las Vías naturales más bonitas que uno puede recorrer. Junto al río Larraun discurre en paralelo una ancha pista que se adentra en un bosque de robles y hayas , totalmente cubierto de hojas ocre en la temporada de Otoño e invierno .  Una vez alcanzado  el cruce de Latasa  se abandona esta via natural para tomar, por última vez ,el tramo de la Via verde del Plazaola que nos llevará al pueblo de Latasa , en apenas 2 kms de recorrido.

El siguiente área a conocer es el Valle de Ultzama-Basaburua que   se caracteriza por su paisaje verde y ondulado, con montañas apacibles, prados extensos y bosques de hayas, robles, pinos y castaños. Los pueblos de la zona, como Auza y Eltzaburu, destacan por sus casas de blasones heráldicos de piedra , con elegantes y pomposos escudos de antiguo abolengo  que dan fé de las familias nobiliarias que las habitaron . Este entorno rural ofrece un clima húmedo y suave, propicio para la ganadería y la agricultura como actividades ancestrales y actualmente el Turismo de naturaleza y la afición a las setas, producto  grastronómico este   muy apreciado en esta zona .

Continuando la ruta lógica y natural se llega a Jaunsarats , donde se toma un espectacular , cómodo y tranquilo sendero hasta enlazar con una confortable pista y abandonar el  Robledal  de Orgi.  Se deja atrás este espacio natural , Valle de Basaburua , con extensos robledales y una rica biodiversidad. Ambos valles albergan robles centenarios, algunos declarados Monumentos Naturales, como los de Jauntsarats y Eltzaburu. Estos árboles monumentales son testigos vivos de la historia y ofrecen rutas de senderismo o ciclismo  que permiten a los visitantes sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza. Para los entusiastas de la naturaleza  , la región ofrece rutas que combinan pistas forestales, caminos rurales y senderos entre bosques, brindando una experiencia única de conexión con el entorno natural.

Siguiendo  la estrecha carretera  se llega al puerto de Saldias a través de la carretera N-4140 ( uno de los diversos pasos de montaña que cruzan esta cordillera ) para en un lento descenso ir atravesando los diversos y pequeños pueblos que nos encontramos, Beintza, Urrotz, Donamaria… . Finalmente, la ruta llegará hasta el tercer valle que no debemos  dejar de visitar  en esta sorprendente  travesía.

El Valle del Bidasoa es una ruta excepcional por su tranquilidad , paisaje y arquitectura tradicional.   La Casa Baztanesa es de construcción  robusta, encalada y con toques de color , a destacar el rojizo de sus losas de pidra sobre la parte baja de las fachadas . El río Bidasoa hace de frontera entre los países francés y español a partir de Endarlaza.    Siguiendo el trazado del antiguo tren  desde Santesteban (Doneztebe) a  Behobia ,   la Via Verde del Bidasoa va saltando el rio de un lado al otro, cruzando túneles entre  frondosos bosques, pasando por  históricos pueblos como Bera de Bidasoa , Lesaka o  ciudades como  Irún,

No obstante , en  Behobia ,  la ruta se  interna en suelo Francés, siguiendo la ribera del río Bidasoa por su margen derecho , hasta Hendaya, un tramo tranquilo y escénico, ideal para realizarlo en bicicleta o andando. Para culminar y redondear nuestro viaje ,  se cruzará een pequeño barco  hasta Hondarribia, disfrutando de una llegada espectacular a esta villa marinera con su casco histórico y vistas al Cantábrico.

Recorrer estas vías verdes es una oportunidad única para conectar con la naturaleza y descubrir la riqueza cultural de esta zona del norte de España. Ya sea en una larga escapada de fin de semana o en una aventura más prolongada,  estas rutas ofrecen experiencias inolvidables para todos los curiosos visitantes que quieran empaparse de cultura, gastronomía e historia.

Explorar andando o en bicicleta estos  valles del  Leizarán, Ultzama y Bidasoa es una experiencia que combina deporte, naturaleza y cultura. Las rutas disponibles ofrecen desafíos moderados en entornos de una belleza incomparable, permitiendo a los ciclistas sumergirse en paisajes verdes, bosques frondosos y pueblos llenos de encanto. Ya sea atravesando pistas forestales, descubriendo robles centenarios o disfrutando de la hospitalidad local, cada kilómetro recorrido en estos valles deja